Maia Escobar es una joven uruguaya abriéndose futuro en una de las regiones más particulares de China, el muy conocido “Dong Bei” o El Noreste. Maia vive en Changchun, capital de la provincia de Jilin. Una zona con muchos extremos, con veranos muy calientes y largos inviernos con temperaturas extremadamente frías. Pero Changchun tiene todo lo que Maia necesita. Ella se encuentra aquí realizando su doctorado en Biotecnología de cultivos. Su tesis se basa en el uso reciclable de residuos agrícolas. Un ejemplo de esto es el uso de microorganismos que degraden la celulosa de los rastrojos de maíz a temperaturas bajas. El propósito principal de su estudio es buscar alternativas para el uso de estos residuos sin recurrir a quemas que contaminen el aire.
Maia vino a China luego de presentársele una oportunidad para hacer su doctorado acá. Para ella la región no era muy desconocida, pues Maia ya había visitado China anteriormente. Ademas de sus contactos con otros países asiáticos en su natal Uruguay. Dichas experiencias ayudaron a que los choques de la cultura fueran más llevaderos. Y como ella nos dice “hacerle frente a las diferencias culturales es cuestión de personalidad, todos los que estamos acá tenemos algo en nuestra personalidad que nos permite adaptarnos”
Maia tomo esta oportunidad de mudarse a China para comprobar con sus propios ojos la verdadera vida que se vive aquí. En el otro lado del mundo la información que recibimos de este país tristemente no es siempre positiva. Sin embargo para Maia ha sido una experiencia enriquecedora. Por supuesto existen grandes diferencias con la cultura latina pero en el fondo estas diferencias no son tan marcadas. Maia nos dice que a quienes nos toca vivir en China si nos enfocamos únicamente en ver dichas diferencias o frustraciones de vivir en una cultura muy distinta, solo nos traerá malos momentos y vivencias, “ este país te enseña a ser paciente y flexible, si no seguís sus enseñanzas vivirás amargado”
Pero a pesar de su actitud positiva y abierta, Maia sí enfrentó choques al llegar a China como ocurre naturalmente, más cuando se viene de un país tan distante. Algunas cosas de las que le tomó tiempo aprender fue el comportamiento interpersonal con la cultura local. Un ejemplo de esto es saludar. Siendo una latinoamericana, las costumbres de saludar en estos países implica contacto físico, cómo un abrazo o besos en las mejillas. Sin embargo, acá en China se conservan distancias y saludar con un hola es suficiente. Otro aspecto fue aprender cierto protocolo al momento de comunicarse con autoridades. Pues acá las cosas se manejan diferentes de cómo lo haríamos en nuestro país de origen. También el hecho de que Maia acostumbra a decir gracias en muchas situaciones cuando esta tratando con sus amigos locales, estos interpretan su cortesía como una señal para poner distancia entre sí. Otro aspecto que Maia debió acostumbrarse fue la cultura de trabajo, donde se asume que uno debe trabajar largas horas cada vez que fuese necesario. Aparte de su labor científica, que ya implica trabajar hasta altas horas de la madrugada llevando a cabo experimentos y observaciones, dicha rutina es algo que Maia aún no logra acostumbrarse.
Maia se siente afortunada de estar en una de las regiones de China con una historia muy particular. Una historia triste de los tiempos cuando el noreste fue ocupado por Japón. Los recuerdos aún prevalecen en los mayores que habitan esta zona. Vestigios de ese pasado se pueden apreciar en museos y sitios históricos, así como en el palacio del emperador títere del Manchuko, el emperador Puyi. Manchukuo o Manchuria se le llamó al estado títere impuesto por Japón durante su ocupación de la región Noreste de China y Mongolia Interior en 1934. Es un capítulo de la historia de China del cual sabemos muy poco y que Maia nos invita a conocer más.
¿En sí cómo es Changchun? Maia nos cuenta que esta región es mayormente agrícola. En varias parte de la ciudad se puede ver cómo las prácticas de cultivos aún prevalecen en sus habitantes pues se pueden apreciar huertas en varias partes de la ciudad. También es muy común ver vegetales expuestos en las veredas para secar o incluso crianzas de gallinas en patios de vecinos. Una ciudad con elementos de modernidad erguida sobre una villa rural.
La ciudad de Changchun así como la provincia de Jilin tienen una naturaleza hermosa. Esta zona de China el clima puede ser cruel. Los inviernos en Changchun son largos e intensos con temperaturas que llegan hasta los 25 grados bajo 0. Y si se trata de los veranos, estos a pesar de ser un poco cortos pueden llegar a ser muy calientes.
Maia nos cuenta que la gente del Noreste se conocen por ser entusiastas. A ella le gusta mucho de que acá las personas son muy honestas, directas, que dicen lo que piensan. “ Aquí la gente le gusta conversar, hablan fuerte y se ríen fuerte”. Estas características son cosas que hacen a Maia sentirse en casa. Ella admira la puntualidad que tienen, la forma de ser directos en asuntos profesionales y los verdaderos lazos de amistad que ella ha logrado entablar con sus compañeros de universidad. Compartir con ellos desde el interés por la música, la comida, su cultura Latina, la cultura local, todas estas experiencias hacen a Maia sentirse en casa. También Maia aprecia mucho la comodidad que se puede tener en China que hacen de nuestra estancia aún más llevadera. Un ejemplo de esto es el eficiente servicio de “delivery” que hay para cualquier cosa. Todo servido con rapidez hasta la puerta de tu casa.
China ha sido el lugar que Maia imaginaba. Una cultura que le ha enseñado mucho, sobretodo a apreciar los valores humanos que ha encontrado en las amistades que ha entablado durante sus años vividos en China. Maia es feliz porque vino con una disposición enorme de tomar lo positivo de esta cultura, aprender de ellos y servir de pequeño eslabón de su propia cultura latina, de representar en alto su país Uruguay.
Maia visualiza un futuro donde ella pueda contribuir a los lazos de amistad entre Uruguay y China. Colaborando de forma directa al desarrollo de ciencia y tecnología entre ambos países. Maia nos dice en su propias palabras que su mayor deseo es ayudar a que las personas conozcan y aprecien China con una nueva mirada, y eso lo puede lograr mucho mejor estando en este país.
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